La constancia y el tesón hicieron funcionar aquellos relojes y al mismo tiempo, despertaron la pasión por un ofi cio que cambiaría su destino. Dejó el negocio familiar para convertirse en un gran profesional y maestro relojero. A los 16 años pudo hacerse de algunos catálogos de despiece de relojes y manuales de relojería que le fueron de gran utilidad, y con los conocimientos adquiridos comenzó arreglando relojes de vecinos y conocidos. Más tarde realizó varios cursos por correspondencia para completar su formación. Podemos decir que la actividad relojera de José Ramón Granados se inicia en 1.932.
La constancia y el tesón hicieron funcionar aquellos relojes y al mismo tiempo, despertaron la pasión por un ofi cio que cambiaría su destino. Dejó el negocio familiar para convertirse en un gran profesional y maestro relojero. A los 16 años pudo hacerse de algunos catálogos de despiece de relojes y manuales de relojería que le fueron de gran utilidad, y con los conocimientos adquiridos comenzó arreglando relojes de vecinos y conocidos. Más tarde realizó varios cursos por correspondencia para completar su formación. Podemos decir que la actividad relojera de José Ramón Granados se inicia en 1.932.